Una cefalea tensional es el más común de los tipos de dolor de cabeza, cuero cabelludo y cuello. Es un problema cotidiano debido al nivel de exigencia que tenemos en el trabajo o al estrés tanto físico como emocional que padecemos. Cualquiera de nosotros ha sentido en algún momento esa molestísima sensación de opresión y dolor que parece que nos va a estallar la cabeza; eso es una cefalea tensional, no hay que confundirla con una migraña ya que la sintomatología y las causas son diferentes.

En una cefalea tensional el dolor tiene una intensidad de leve a moderada. No impide realizar actividades de la vida diaria aunque puede dificultarlas si son actividades específicas que requieren estar concentrado. Es un dolor sordo, constante, inespecífico que puede durar desde 30 minutos hasta, en los casos más graves, una semana. Tiene causas muy diversas, entre ellas pueden encontrarse:

Debido a problemas de la columna cervical u hombros. Una alteración de la postura puede producir tensiones anormales en toda la musculatura de la zona cervical, que inserta en el cráneo. Si existe una contractura en dichos músculos pueden transmitir tensión a las zonas donde insertan, provocando dolor en la parte de la nuca principalmente, aunque también puede notarse en toda la cabeza.

Debido a problemas de vascularización. Hay numerosas arterias que penetran en el cráneo llevando sangre oxigenada y nutrientes a todas las estructuras internas. Estas arterias suben por el cuello, entre músculos y articulaciones vertebrales, tanto por la parte anterior como por la posterior. Si existe un problema en dicha zona se pueden comprimir ligeramente esas arterias haciendo que se altere la vascularización del cráneo, lo que puede dar como resultado una cefalea tensional.

Debido al mal drenaje de la cabeza. Al igual que ocurre con las arterias, las venas salen del cráneo  llevando la sangre desprovista de nutrientes y oxígeno hacia el corazón. Cuando hay tensiones anormales en las zonas por donde salen se puede producir un aumento de la presión dentro del cráneo. Esto provoca la típica sensación de opresión, cuando parece que nos va explotar la cabeza, tan característica de las cefaleas tensionales.

Debido a trastornos emocionales. Cuando tenemos un problema, estrés en el trabajo o estamos tristes por algo que nos ha ocurrido, el cuerpo tiene diferentes reacciones. Como mecanismo de defensa tendemos a tensar algunas partes de nuestro cuerpo, principalmente hombros, cuello y cráneo lo que, debido a todo lo que hemos explicado anteriormente, puede producir cefalea tensional.

Desde el punto de vista fisioterapéutico podemos aportar grandes mejoras a este problema tan común. Como la gran mayoría de las causas son de origen tensional, sobre todo de la zona cervical y hombros, un tratamiento basado en la relajación de la musculatura implicada y flexibilización de la columna cervical será muy efectivo para disminuir la sintomatología. Además, también podemos tratar problemas del cráneo utilizando técnicas para flexibilizar las articulaciones entre huesos y quitando tensiones de las membranas intracraneales. Todo ello va a ayudar a mejorar el estado general del paciente y a disminuir el estrés. Recuerda acudir a tu fisioterapeuta cuando presentes este tipo de problemas ya que puede evitar echar mano a medicamentos analgésicos que a la larga perjudican tu salud.

 

Virginia López Guirado

Nº colegiado 8438